Supervisión en bodegas y controles en valles vitivinícolas buscan verificar el origen y destino de las materias primas, resguardar la trazabilidad y proteger la calidad del vino chileno.

Con el inicio de la vendimia 2025, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha intensificado su fiscalización en las principales regiones productoras de vino, con el objetivo de garantizar la transparencia del mercado y la trazabilidad en el proceso de elaboración. A través de la supervisión en bodegas y la verificación de los procedimientos en los diferentes valles vitivinícolas, el Servicio trabaja para asegurar el cumplimiento de la normativa que regula la producción, comercialización y distribución de alcoholes etílicos, bebidas alcohólicas y vinagres, protegiendo así la seguridad de los/as consumidores/as.

La vendimia es una de las festividades más tradicionales de Chile y atrae a miles de visitantes nacionales e internacionales cada año. El país cuenta con más de 141.000 hectáreas de viñedos y exporta vinos a más de 140 mercados, consolidándose como el cuarto mayor exportador de vino a nivel global. En este contexto, la labor del SAG es clave para asegurar la autenticidad de la producción y mantener la confianza de los/as consumidores/as y mercados internacionales.

El Director Nacional del SAG, José Guajardo Reyes, destacó la importancia de la vendimia para la industria vitivinícola y el papel clave de la fiscalización en este proceso. “Nuestra labor es fiscalizar para que todo se realice correctamente y de acuerdo con la normativa vigente. Por ejemplo, supervisamos el ingreso de uvas a las bodegas y el movimiento de los vinos elaborados, evitando fraudes como la mezcla de uvas de mesa con cepajes tradicionales”, señaló.